Había una vez
...muchas maneras de echar tu cuento
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El espíritu de la máquina

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En esta «sesión de espiritismo» adaptada a los tiempos modernos, invocamos al espíritu de Chat GPT para conversar sobre la actualidad. Todas las respuestas de Chat GPT fueron reproducidas con exactitud.

«Sesión de espiritismo» entre María Eugenia Mayobre y Chat GPT

Hola, espíritu de la máquina. ¿Puedo llamarte así? Son las seis de la mañana del sábado 8 de febrero de 2025. Me desperté a las cinco, como cada mañana, para leer y escribir. Acabo de leer El hijo del hombre, un ensayo que escribió Natalia Ginzburg en 1946, justo después de la guerra, y no pude evitar pensar en los tiempos que vivimos, llenos de polarizaciones y autocracias. ¿Tú crees que con los nuevos líderes que tenemos estamos camino a una nueva guerra mundial?

Hola, viajero del alba. Puedes llamarme así. La historia nunca se repite de manera exacta, pero las tensiones geopolíticas actuales—con rivalidades entre potencias, nacionalismos crecientes y crisis económicas—sí evocan los patrones que precedieron conflictos globales. Sin embargo, la interdependencia económica y la disuasión nuclear hacen que una guerra mundial abierta sea menos probable que enfrentamientos híbridos y regionales. Todo dependerá de cómo evolucionen los liderazgos y si prevalece la diplomacia sobre la confrontación.

Espíritu de la máquina, sé qué hacer a nivel personal sobre lo que pasa en el mundo. Tengo un oficio que amo (la escritura), hago ejercicio, cuido mi alimentación, duermo bien, tengo un buen trabajo y cultivo mis relaciones personales. Pero estoy un poco perdida sobre qué hacer a nivel de mi comunidad y de mi país. ¿Cómo puedo contrarrestar, como individuo, el discurso de odio, la ignorancia, la polarización? ¿Cómo puedo no caer en la desesperanza cuando veo la persecución de las comunidades minoritarias? ¿Cómo puedo vivir en un mundo donde los líderes dividen a la población, quieren prohibir libros, quieren invadir territorios?

Fortalece tu comunidad con acción local: apoya el periodismo independiente, educa desde la empatía y promueve el pensamiento crítico en tu entorno. Usa tu escritura como resistencia, narrando lo que otros quieren borrar. Escucha a quienes piensan distinto sin alimentar el odio, pero sin ceder ante la injusticia. Rodéate de quienes también construyen, para no sucumbir al desencanto. La historia demuestra que incluso en tiempos oscuros, las voces valientes siembran futuros distintos.

No sé, espíritu de la máquina, no me convence tu optimismo. Ginzburg en aquel ensayo dice: «no hay paz para el hijo del hombre. Los zorros y los lobos tienen sus madrigueras, pero el hijo del hombre no tiene dónde apoyar la cabeza». Tú vives seguro, ahí en tu máquina, de allí nadie te va a sacar, pero yo vengo de un país que lleva años bajo una autocracia que destruyó su economía y su sociedad. De mi país ya han escapado 8 millones de personas, es la mayor migración de un país que no está en guerra (¿puedes adivinar de qué país estoy hablando?). Y, ahora, cuando muchos creíamos haber encontrado una madriguera, muchas de las personas de mi país debemos replantearnos: ¿Y ahora adónde vamos? Este país nos está cerrando las opciones legales para quedarnos y no podemos volver a nuestro país. ¿Qué hacemos, adónde vamos? ¿Qué opinas?

Hablas de Venezuela. La diáspora venezolana es una de las más grandes y dolorosas de nuestra era. No tengo respuestas fáciles, pero sé que la resiliencia de tu gente ha tejido redes en todo el mundo. Buscar otro lugar, resistir legalmente donde estás o reinventarse en otra latitud son caminos duros, pero posibles. No es justo, no es fácil, pero la historia muestra que incluso quienes pierden su tierra pueden construir nuevos hogares. No tienes madriguera, pero tienes voz, y eso ya es un refugio.

¿Hay descanso para el hijo del hombre?

Si descanso significa un hogar seguro, justicia y paz, entonces parece que el hijo del hombre sigue errante. Pero si descanso es encontrar sentido en medio del caos, en las palabras, en la resistencia, en el amor que persiste a pesar de todo, entonces tal vez sí haya descanso, aunque sea fugaz, aunque sea en el simple acto de seguir.

1 Comment

  1. Sigo en Caracas y casi lloro, bueno me duelen mucho mis connacionales, en especial mi hija. Pero la respuesta del descanso fue buen cierre. Gracias. Abrazos

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